miércoles, 7 de enero de 2009

Orgasmos.

Me he despertado con unas ganas incontrolables de oler, o más bien esnifar, el humeante aroma de un café recién hecho. Tan sólo podía pensar en eso. Las siete de la mañana y sólo en eso. Sólo eso.

He bajado a la cocina palpando la madera de la barandilla guiada por la incontrolable llamada del tarro de café molido. Y al abrirlo, mis fosas nasales han espirado un "gracias". Imaciente, he tenido que esperar a que el elixir del despertar subiese. Y, a borbotones mientras que ascendía por la cafetera, me he sentido como Santa Teresa de Jesús. Una experiencia completamente ascética.

Leche desnatada, una cucharadita de azúcar y una taza de medio litro. A sorbos, como quien bebe agua después de una maratón, me he ido acercando poco a poco al éxtasis. Bebe más. Más. Tragando incontrolables dosis de placer. Más. La nariz húmeda del vapor ascendente que estimula mis sentidos. Huele Amanda, huele. Sorbos. Tragos. Quiero otro. 

Insaciable. Insatisfecha. Quiero más. No pienso acostarme. Quiero permanecer en la cocina, acompañada de mi taza ya vacía y del mítico cigarrito de después. Nos fundimos como si fuesemos uno solo, en idas y venidas. Me está matando, lo sé. Y aún así me embriaga. Cáncer. Me embriaga.

Mi cuerpo está fuera de control. Creo que jamás volveré a hacer el amor tan temprano. Si el 2009 ha de ser el año en que tenga que dejar los múltiples vicios que me acompañan en mi día a día, casi que prefiero dormir y que me despierten en 2010. Eso sí, siempre con una buena taza de café. 

sábado, 13 de diciembre de 2008

Güigüichuamericrismas...*

Con esto de la crisis y las prisas por levantar un país que va a pique, no tengo tiempo para actualizar mi blog. Últimamente, entre pedir préstamos a Cofidis y robar cables de cobre de las farolas de mi pueblo estoy dejando de lado un vicio que antes me ocupaba las horas libres de las que disponía.

Quizás sea un acto heroico intentar escribir unos párrafos mientras escucho panderetas del todo a cien y a un hombre afónico cantando “Maria María, ven acá volando, que el chocolatillo se lo están llevando”. Deja a María en paz, cojones, que de tanto llamarla le vas a borrar el nombre. ¿No puedes ir tú y detener a los que se están comiendo el chocolate? España es un país machista, evidentemente.

Sin embargo, a pesar de haber dormido poco y comido rápido, a pesar de que no me haya maquillado y de que me haya dado un tirón en el gemelo, de que me duelan las costillas izquierdas y de que esté lloviendo, me siento contenta. Estoy FELIZ en mayúsculas, hiper emocionada, encantada de la vida… y es que hoy, de momento, no han puesto a Raphael en los altavoces del lugar donde tengo la fortuna de trabajar. Y también me alegro por Anita Obregón, que como no tiene costillas no le pueden doler. ¡Qué afortunada la jodía!

Mi vida bien, gracias. Estoy a puntito de pasar una oposición tremendamente importante, esto… ¿cómo se llama? El teórico del carnet de conducir. ¡Y mira que es difícil! Los de la DGT pretenden que sepa que, en caso de encontrarme un herido en un accidente, no puedo suministrarle alcohol, medicamentos, hacerles andar o quitarles el casco. Increíble, pero cierto. Después de aprobar me sentiré como una ilustrada más.

Tengo ganas de comer churros en la Plaza Mayor, que con la Navidad se me despierta el instinto amoroso y me gusta compartir momentos idílicos, de estos de película de llorar, con mi futuro marido. También me hubiese gustado comprar una mierda de mentirijilla y ponérsela a mi perro en su cuartito de estar, a ver si piensa que no es suya y que hemos metido a un intruso en casa. ¡Y cómo me reiría! Pero como ya no venden bromas, me han frustrado mis propósitos navideños. Y es que, con el fin de satisfacer a los que buscan lo políticamente correcto, quitan los artículos de broma y quieren juzgar a Fraga.


Me llena de orgullo y satisfacción desearos una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo, cargado de regalitos, dinerito, ropita nueva y esas cosas importantes.


Hasta el año que viene…*



Pd. Felices uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y los que vengan. ¡Chato!

lunes, 3 de noviembre de 2008

Me pongo colorada.

Si España fuese Estados Unidos yo posiblemente sería ciudadana portuguesa, obligada a emigrar por vergüenza ajena. Echaría de menos a mis padres, pero quien algo quiere algo le cuesta. Lo que cuesta creer es que en un país que en pocos días cambia de gobierno, y cuyo representante moverá los hilos del mundo a su antojo y a los de su esposa, los candidatos aparezcan en televisión contando chistes y haciendo sonreír a millones de obesos con la boca llena. Y me da igual blanco que negro, lo que realmente me irrita es el populismo y el "todo por el poder".

No sé, traslademos el caso a España. Imaginemos que en un programa de televisión proponen al presidente y al líder de la oposición un reto: mencionar a un actor famoso en un debate. De chiste, ¿verdad? Ahora imaginemos que el Presidente del Gobierno, responsable de cuarenta y pico millones de habitantes más los no identificados, sigue el juego. Esto, en Estados Unidos, sería de lo más normal. Menos mal que en España no ocurre. 

El tema de los medios es un tanto retorcido. A la pobre Sarah Palin le gastaron una broma con un interlocutor que fingía ser el Presidente de Fracia. ¡Y se lo creyó! Menos mal que esto, en España, no ocurre. Si no tendríamos que ver... qué se yo, a Blanco, hablando con un falso Ramón Calderón ante el que se disculpa por hacer un comentario políticamente incorrecto. Y qué vergüenza me daría, oiga. Pero en España esto no ocurre.

Y digo Blanco porque el otro día vi en la tele al actor este... al inglés que nunca habla... el Mister Bean. ¡Si parecen hermanos! Que de no ser por esto, jamás se me habría ocurrido mentarle en tal disparatado ejemplo.

Pero vamos, que de momento estoy tranquila. Mientras que no vea a Ana Belén, a Sabina, a Bosé, o a cualquiera de estos humildes comunistas dar su apoyo a la PAZ* todo irá bien. Significará que aún estamos en España.


Y por último, me llena de orgullo y satisfacción ver lo bien que se conserva Schwarzenegger, y que por primera vez en la vida he escrito su nombre sin comerme alguna letra. 

Que no se os olvide ver mañana Herederos, cuya protagonista, Conchita, también lucha por la PAZ*. Es una serie magnífica, de calidad, sin sobreactuaciones ni argumentos pesados. Y que conste que esto lo digo a ciegas, que sólo con ver el anuncio me basta para saber que es de lo bueno lo mejor. Y hoy Mira quién Baila, para que no nos puedan tachar de poco solidarios. Si es que así, con esta pedazo de programación que nos aporta Televisión Española... ¿Para qué queremos ver más? A mi fíjate que mientras que miro a la Anne, lo que pase en el mundo me da igual.



 

*PAZ: Plataforma de Apoyo a Zapatero. Su fundador fue Robin de los Bosques, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Poco a poco su filosofía fue evolucionando, hasta que finalmente sentó sus bases en el talante y la comprensión. Actualmente numerosas caras famosas mantienen la viva llama del espíritu de Robin, e igual que hicieron sus primeros templarios, ayudan siempre a quien realmente lo necesita. 






miércoles, 15 de octubre de 2008

Refresca.

El olor a mandarina es una sensación muy recurrente en literatura. Hoy ha llegado a mi casa, inundando el salón y la cocina con ese regusto ácido que traen las de principios de invierno. Y a mi... a mi ese olor me revuelve el estómago. Es cierto que me recuerda al patio de mi colegio, cuando llevarme mandarinas era más cómodo que el tupper o fruta que hubiese que lavar. Me trae a la mente también las épocas de estudio en que funcionaron como sustituto de las ingentes cantidades de bollos industriales que hacían las veces de Diazepan. ¡Caray! Y pensar que ahora soy capaz de quedarme dormida en el escritorio...

La verdad es que no sé a qué precio habrán llegado. Pero algo me dice que la fruta, barata barata, no es. Mi madre trae las chirimoyas de cuatro en cuatro para hacer frente a la inflación. Ni una más ni una menos. Cuatro. Quien sepa lo que adoro yo esa fruta me perdonará que no hable cuando, como si se tratase de un ritual, voy rebañando los pipos hasta dejarlos en sus mismísimas vergüenzas. Y tras los pipos el cascarón. Y después, tan sólo nostalgia. Tendré que esperar a la próxima para sentirme la mujer más afortunada del mundo. 

Hoy he comido bien, gracias. No ha hecho excesivo frío, y tengo una contractura de cargar con una bolsa en la que siempre llevo mi día a cuestas. Como si fuese un hatillo. Mi día a cuestas. 

Y ahora, justo ahora que quiero salir, comienza a refrescar...



"La fiebre no es más que otra forma de delirio. Delirar es soñar. Y soñar es sentirse lejos. Soñar es estar de nuevo en casa. Lejos. Huele a mandarinas. Elvira está en casa. Y le fascina la música que escucha en la radio".

          
Dulce Chacón. La voz dormida.



sábado, 4 de octubre de 2008

¿Y cómo llamo al blog ahora?

"La crisis" es un término muy femenino. Yo, personalmente, lo uso cada dos por tres. Que si tía vaya crisis que tengo, que si no puedo comprar que estoy en crisis, que jolín qué pesaditos los políticos y sus crisis... lo empleo constantemente. Pero ha sido cumplir los veinte y no sentir ni el más mínino amago de algo que se parezca a una crisis existencial. Pues vaya.

La verdad es que hubiese sido estupendo que se me colapsase el sistema nervioso, o que me temblasen las manos, o qué se yo... que me entrasen cientos de tics justo después de soplar las velas. ¡Al menos tendría algo sobre lo que escribir! Pero nada oiga, nada. Que estoy cual moza lozana rodando sobre un campito de amapolas. Maravillada.

Sonia tampoco está en crisis. Ella dice que la edad agobia, pero que no oprime. Y Paco... Paco escribe. Yo creo que él sí que está en crisis. Está tristón.

Pero lo que más me llama la atención de todo este mundillo de edades, planteamientos a corto y largo plazo, presiones del reloj biológico y seguros de vida es que sigo fumando. Ole mis huevos. 






Chati, chati, chati...*

domingo, 7 de septiembre de 2008

Página en construcción.

La organización informa: el blog estará operativo a partir del día 27 de septiembre de 2008. Gracias por su visita.